EL PESO DE LA CAMISETA

Sin lugar a dudas, la camiseta de River Plate es una de las más difíciles de vestir, y varios jugadores han sentido el peso del Manto Sagrado a la hora de defender este Club a lo largo de su historia. Actualmente, el ejemplo más claro de esto es Gonzalo Martínez.

El joven mediocampista mendocino llegó al Millonario como una gran promesa, a cambio de una cifra cercana a los U$D 4 millones (40 millones de pesos) proveniente de Huracán de Parque Patricios, pero hasta ahora no ha hecho valer lo que se invirtió en él. Las estadísticas no mienten: 11 goles y 15 asistencias en 87 partidos (todas las competiciones) no son buenos números para un jugador del que se esperaba mucho más.

Su rendimiento tampoco fue el mejor hasta ahora: Martínez ha sido uno de los jugadores más intermitentes de los últimos años, regalándole al hincha tanto buenas actuaciones como partidos decepcionantes. La mejor prueba de esto es que su momento más destacado en el club fue la falta recibida por él que derivó en el gol de Sánchez desde el punto penal contra Boca Juniors, por Copa Libertadores, allá por 2015.

A pesar de contar con la confianza de Marcelo Gallardo, quien le dio varias chances para demostrar, el “Pity” no ha estado a la altura de lo que se esperaba de él. La mala toma de decisiones, performances de bajo nivel e inclusive conflictos con el hincha han marcado su paso por el Millonario, que ha dividido a los fanáticos en admiradores y detractores.

Aún no está dicha la última palabra, y no sabemos cuánto tiempo le quede a Martínez en River Plate para revertir su situación, pero hasta este momento no ha logrado ser el mismo jugador que fue en Huracán. ¿Será que la camiseta le quedó demasiado grande? ¿O simplemente no pudo soportar la presión de llevar un dorsal histórico como el N°10, que antaño vistieran cracks de la talla de Ariel Ortega, Marcelo Gallardo o Alejandro Domínguez? Hay algo seguro en todo esto: el “Pity” no estuvo a la altura de River, como tantos otros jugadores.